Frente a todo el plantel de Barcelona, el jugador argentino desafió la autoridad del técnico.
En la temporada 2008/09 con apenas 6 meses de Pep Guardiola como entrenador, tuvo una discusión con Lionel Messi que lo dejó en evidencia frente a todo el plantel.
Tres horas antes de disputar un partido, Messi estaba sentado con Pep en la concentración cuando le dieron ganas de tomar una coca cola y el entrenador español lo frenó: "No, no tomamos eso antes de un encuentro".
A lo que Messi le respondió con silencio, se levantó, tomó la botella de Coca Cola, la abrió y tomó delante de todos los compañeros. Sin dudas, una muestra de quién tenía más poder en ese momento (era recién mitad de temporada, aún no habían conseguido títulos y no se conocían tan bien como ahora).