Previo al encuentro ante Inglaterra por la Nations League los referentes daneses desafiarán a las políticas de su país.
La movida social Black Lives Matter tomó mayor relevancia ante la sucesión de hechos que incluyeron a policías de Estados Unidos con rasgos racistas contra la comunidad afroamericana. Sin embargo, el movimiento se diversificó por todo el mundo y alcanzó las esferas deportivas que se solidarizaron con la causa.
Sin embargo, algunos países se mostraron reacios ante las repercusiones en el ámbito deportivo, como Dinamarca que prohibió a sus jugadores arrodillarse previo a los encuentros por la Liga de las Naciones.
Según Morten Messerschmidt, vicepresidente del partido del pueblo danés: "Mezclar política y deporte puede ser peligroso".
Ante estos dichos, referentes del plantel como Christian Eriksen disintieron con el político de su país y el mediapunta del Inter exclamó: "No veo por qué tendría que ser un problema. Todos apoyamos la lucha contra todas las formas de racismo y si podemos crear un enfoque extra, entonces pienso que tendríamos que hacerlo".