Lucas Acosta Zelarayan
Periodista especializado en deportes y en fútbol internacional de las principales ligas del mundo nucleadas por FIFA+ info
El zaguero central de Barcelona tiene la posibilidad de volver a Inglaterra de la mano de un histórico de la liga.
Apenas finalizado el desastrozo partido por Champions League ante Bayern Munich que significó la debacle institucional de Barcelona, el primer futbolista que declaró ante las cámaras fue Gerard Piqué en donde no solo se mostró dolido y enojado por la actuación del equipo, sino también porque presintió que parte de ese mal era por su culpa y así lo hizo saber.
""Nadie es imprescindible, me ofrezco a irme, si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica soy el primero en irme, en dejarlo, porque creo que hemos tocado fondo", manifestó el ex Manchester United al finalizar el partido ante el conjunto alemán.
A partir de estos dichos, uno de los clubes que se mostró interesado en contar con los servicios del futbolista de 33 años es el Fulham. El conjunto inglés recién ascendido a la Premier League ve con buenos ojos la inclusión del catalán a las filas de Scott Parker para jerarquizar la plantilla y darle un salto de calidad a la zaga central.
El principal obstáculo para que se concrete la operación es el salario del futbolista: en Barcelona cobra 300 mil euros a la semana, una suma muy grande para un club recién ascendido.
Si las palabras del histórico defensor culé son ciertas, deberá resignar dinero para dejar espacio a los jugadores jóvenes de la Masía, pues su abultado salario espantará a más de una institución que gustase de contratarlo.